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Las conducciones de gas de cualquier tipo, han de ser controladas cada cierto número de metros con válvulas de cierre por si hay un incidente. Hay que medir la presión en ellas, el caudal del fluido que contienen, a veces la temperatura, y sobre todo los posibles escapes o pérdidas no deseadas.
En el transporte del agua limpia o sucia, las estaciones de bombeo han de producir la presión necesaria y están equipados con sensores que la controlan de forma contínua.
En cualquier proceso industrial en el que tengamos que procesar fluidos (líquidos o gases) por tuberías, la medición de los caudales o flujos de tránsito es una tarea fundamental para el control del correcto funcionamiento del proceso. Para ello tendremos que elegir el instrumento adecuado en función de los parámetros de contorno y los fluidos a tratar.
